Desde bien pequeños nos marcan el camino desde las escuelas a seguir un orden social y unas normas establecidas en la sociedad muy arraigadas; sin embargo, no queda mucho margen para la creatividad. Ahora me pregunto, ¿dónde se enseña a tomar unas decisiones o cómo hacer las cosas diferentes sin seguir un patrón estipulado?

Aprender y emprender son palabras que se complementan en su significado. Si la primera significa “Adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia” y emprender es “Acometer o comenzar alguna cosa que tiene cierta dificultad”, es decir, la experiencia que se necesita para poder aprender. No me queda ninguna duda que el lugar idóneo, dónde se debe  iniciar a enseñar a  emprender son en las escuelas. 

Se puede dar la oportunidad en los trabajos o proyectos de Ciencias Sociales o Naturales, Matemáticas, Plástica o Lengua Castellana, partiendo del trabajo cooperativo de una serie de pequeñas actividades para que demuestren  como toman sus propias decisiones (aunque se equivoquen) a la hora de realizar el trabajo, buscar información o una exposición.

 

Cuando se le pide a un alumno, realiza un dibujo libre, lo que te apetezca o una redacción de un tema en concreto (la montaña), pero sin especificar nada más. Ellos suelen repetir los patrones que ya han sido utilizados en años anteriores como mecanismo de seguridad, para no equivocarse y asegurarse que lo tienen bien. Si el maestro o maestra le pone un ejemplo, muchos de los alumnos repiten ese mismo ejemplo desarrollado. Cuando les dejas que hagan la actividad sin pautar, se suelen bloquear o tardan bastante tiempo en comenzarla, porque muy pocas veces se les da esa libertad de tomar iniciativas o crear algo. Esa actividad que se les propone, entra dentro de un proceso de pensamiento más complejo dónde deben de estructurar sus ideas y desarrollarlas; no es una tarea nada fácil pero muy importante para su crecimiento personal al afrontar ese miedo o duda a equivocarse, y después enmendar sus errores.

Los empresarios crean escuelas de emprendedores para jóvenes cuyos pilares son creatividad, trabajo en equipo, esfuerzo y liderazgo. Son muy valientes aquellos que han emprendido negocios y han luchado por sus ideas. Ya que este hecho requiere mucha constancia y esfuerzo. Muchas de estas personas son un ejemplo para la sociedad. Se admira a muchos genios en la actualidad en las escuelas, que en su época eran “raros”. Seguro que en nuestras escuelas hay grandes alumnos que pueden emprender grandes proyectos, pero la responsabilidad de su maestro o maestra es comenzar ese camino para que pueda desarrollar sus ideas.