Ya ha finalizado el Guanggun Jie, Black Friday ,el Ciber Monday y ahora ya está a las puertas la Navidad. Es el turno de “Papá Noel” y sus “Majestades de Oriente” que les toca pensar en los regalos de los más pequeños. Espero que hayan desoído o ignorado las grandes ofertas en tecnología porque la verdad ha sido un mes de noviembre agotador, que sí televisores, móviles, tablets, ordenadores, consolas… porque al resto de la gente les han abducido y desde luego creo que han conseguido su objetivo con las ventas, solamente había que ver el chorro de gente en las grandes superficies lideres en tecnología.Cada vez en las casas se consume más tiempo en tecnología, nos manipulan de tal forma que ni nos percatamos. Espero y deseo que sus “Majestades de Oriente” puedan encontrar alternativas para los niños y niñas, como jugar a juegos de mesa familiares; juguetes en los que se necesiten crear, construir, tocar, manipular, manejar, imaginar, descubrir, aprender, pensar… Soy consciente de que en las cartas que envían los niños y niñas cada año a edades más tempranas están llenas de móviles, tablets y videojuegos, pero los “Reyes” son muy sabios y saben cuando realmente es el momento de regalar estos aparatos capaces de robarnos mucho tiempo al día.
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Desde mi punto de vista los juegos de montar piezas a cualquier edad son muy enriquecedores para los niños, utilizan mucho la creatividad e imaginación; los puzzles también son muy buenos para la concentración. Los de realizar alguna manualidad requiere mucha psicomotricidad fina y creatividad. Los que requieren movimiento son ideales patinetes, bicicletas, patines, monopatines, balones, raquetas… En definitiva, es otra forma de entretenerse los más pequeños con algún juguete u objeto que les resulte útil, y si los papis sacan un poco de su tiempo para regalarles a sus hijos compartiendo o enseñándoles a jugar sería la receta perfecta. Jugar no es único de los niños, a todos de alguna manera nos gusta jugar; volver a ser niños. Es devolvernos a esa esencia que los adultos de alguna manera perdimos en algún momento de nuestra vida.
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